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domingo, 30 de mayo de 2010

UNA DISCULPA, UN CUENTO Y UNA MORALEJA…

La disculpa: Siempre escuché que en las imprentas, existen pequeños “duendes” que activan errores (faltas de ortografía, olvidos, repeticiones, expresiones “no recomendadas”) pero lo que no sabía, era que esos mismos “duendes” están en las radios.

Quienes sábado a sábado me escuchan por radio Universal (sábados 9:30 de la mañana, 970 AM, Montevideo Uruguay) se habrán dado cuenta que el programa de este ultimo sábado 6 de Febrero, fue el mismo que el de la semana pasada.

Les cuento. El programa es grabado y ese “duende” le hizo al operador una mala pasada. Sustituyo el nuevo programa por el viejo y como en un “retorno al pasado”, volvieron a escuchar lo ya dicho.

Fueron muchas las personas que vía mail o llamadas se preocuparon, pensando que me había pasado algo.

NO gracias a Dios nada ocurrió, sino simplemente, las manipulaciones de un “duende” que según últimos informes, puede haber sido enviado por Boris Cristoff, Verónica Lavalle o Susana Garbuyo…

Ahora el cuento y la moraleja:

En un reino lejano, hace mucho tiempo vivía un rey y un día decidió que el burro que tenía en el establo, tenía que aprender a hablar. De inmediato, llamó a uno de sus consejeros y le dijo en tono firme: «¡Te ordeno que hagas hablar al burro!»
«Su majestad», le contestó el consejero, «eso no es posible porque los burros no hablan».

«¡Si no haces hablar al burro», sentenció el rey, serás ejecutado!
«Pero Su Majestad, le ruego entienda que no es posible hacer hablar a un burro»...
El rey mandó ejecutar al consejero. Luego llamó a los otros consejeros y cortesanos.
Uno a uno les dio la misma orden y al recibir la misma respuesta, los mandaba a ejecutar.

Ante la imposibilidad de encontrar quien hiciese hablar al burro, salió del palacio y le dio la orden a un campesino, que estaba trabajando la tierra, con la misma advertencia: si no hacia hablar al burro, lo mandaría matar...

El campesino permaneció pensativo unos instantes y le contestó al rey: «Su majestad, realmente es una tarea difícil mas no imposible. Recuerde usted que los burros nunca han hablado por lo que tomará cierto tiempo».

«¿Cuánto tiempo necesitas para hacer hablar al burro?», preguntó el rey. «Yo calculo que un año será suficiente», contestó el campesino.

«En ese caso, llévate al burro a tu casa y si en el plazo de un año no has logrado que hable, serás ejecutado», dijo el rey.

El campesino llevó el burro a su casa.

Al verlo llegar, su esposa le pregunta por el animal y él le cuenta la historia.
«¡Estás loco, - le dijo la esposa con tono preocupado - los burros no hablan, nunca lo lograrás y el rey te ejecutará!»

«Querida, ya sé que los burros no hablan. Si le decía que no, me mandaba ejecutar al instante..

Pero recuerda que el rey me dio un plazo de un año y en ese lapso el rey puede ser derrocado, morir, perder la memoria, arrepentirse de su decisión, salir de su locura, darse cuenta que los burros no pueden hablar, abdicar, en cualquier caso… algo siempre puede pasar.

La moraleja de esta historia amigos, es que no hay que preocuparse demasiado por aquellas cosas que aun no llegaron y que siempre, a pesar de lo oscuro que se presente la vida, siempre existen pequeños milagros o cambios que hacen que eso que se espera... no llegue, pueda ser evitado o cambien las circunstancias que hoy, pueden estar haciéndonos preocupar por el mañana.

Disfrute el hoy, mañana... mañana será otro día.

Muchas gracias POR VISITAR MI BLOGS y que tengan una muy buena semana!!!

Walter Accuosto.

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