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domingo, 30 de mayo de 2010

¿BUENA SUERTE? … ¿MALA SUERTE?

Es muy conocida la historia (en radio fueron tres las veces que lo conté) del hombre que vivía con su hijo del trabajo que, gracias a un caballo podía arar y cargar los productos de su cosecha. Ese era su bien mas precisado.

Un día el caballo se escapó y un vecino que lo vio salir corriendo, vino a la casa del hombre. -Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido! El hombre lo miró y le dijo: -Buena suerte, mala suerte, ¿quien sabe?

Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su granja con diez caballos salvajes más. El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo: -No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar, ¡qué buena suerte has tenido! El hombre lo miró y le dijo:-Buena suerte, mala suerte, ¿quien sabe?

Unos días más tarde el hijo montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle: -¡Qué mala suerte has tenido!, tras el accidente tu hijo no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos. El hombre, otra vez lo miró y dijo: -Buena suerte, mala suerte, ¿quien sabe?

Pasó el tiempo y estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército empezó a reclutar jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al accidentado se le declaró no apto. Nuevamente el vecino corrió diciendo: -Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido! Otra vez el hombre lo miró diciendo: -Buena suerte, mala suerte, ¿quien sabe?

esta historia puede segur indefinidamente… las cosas, nunca pasan porque si, de eso soy un convencido.

Todo lo que sucede alrededor nuestro, tiene una razón, quizá desconocida, quizá no comprendida (hay leyes que no se comprenden) peo nada ocurre por casualidad. Y como hoy el tema es el azar, una historia a favor, otra en contra y otra en busca de las energías que potencien la suerte (aunque todo sabemos que solo el esfuerzo, la estrategia y la voluntad son los elementos que la producen).

Va la primera:
Sobre Marzo de este año, Donald Peters un hombre de 79 años de Connecticut compró su tradicional billete de lotería como hacía siempre, con tan buena suerte que gano 10 millones de dólares, pero con tan mala suerte que murió ese mismo día de un ataque al corazón, antes siquiera de saber que había sido agraciado.
El premio lo cobró su viuda.
Uno de sus hijos dijo que el hombre tenía tan buen sentido del humor que «hubiera apreciado la ironía de la situación».

Va la segunda:
El diario el País (España) del 22 de diciembre del año 2006 lo titulo “El colmo de la suerte”. Dos sevillanos se llevan el Gordo y el segundo premio en el mismo sorteo. Dos vecinos de Santiponce compraron décimos del número del Gordo (20297) en la administración de loterías de su ciudad y también décimos del que fue el segundo premio (37368) a una amiga que los trajo de Madrid.
Tal y como cuentan en El País: Jugando sólo dos décimos, la probabilidad de que suceda algo así es de uno entre 7.200 millones.

¿Buena suerte… mala suerte?

Y aquí… en busca de elementos “energéticos/mágicos” para crear suerte.
Si “cree” en ayudas mágicas… consígase un trébol de cuatro hojas que son una mutación genética y si bien ya hay semillas que están “generadas” para tener en vez de tres, cuatro hojas, según la tradición debe ser un trébol normal de tres hojas.
Si lo busca lo va a encontrar, pero le aviso que la posibilidad es una entre 10.000
Suerte… ni de la buena, ni de la mala.

La que le sea más útil a Ud.

Walter Accuosto

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