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domingo, 30 de mayo de 2010

LAS SUPERSTICIONES

¿Quien no tiene una?.

Ellas se remontan desde que el hombre comenzó a poblar la tierra y se basan en la creencia que por determinadas acciones uno puede cambiar el rumbo del Destino.
Se manifiestan en todos los extractos sociales, desde la gente común, a profesionales, deportistas, personas vinculadas al arte y hasta en la ciencia ya que, según un cable de AFP, publicado en el portal de Montevideo.com del día 15 de abril de este año – 2008 – dice lo siguiente: Por motivos supersticiosos, la agencia espacial rusa eliminó el número 13 de sus vuelos, por lo que la próxima misión de la nave Soyuz pasará directamente a ser conocida como la número 14. La agencia espacial rusa dijo este lunes que va a llamar directamente 'misión 14' al próximo vuelo de la nave Soyuz TMA hacia la Estación Espacial Internacional (ISS), refiriéndose abiertamente a las supersticiones relacionadas con el número 'trece'.

Hoy les hablare de algunas de ellas y cuales son los orígenes.

Cuando en una conversación se dice algo de lo cual estamos conformes o indica de nuestra parte buena suerte, lo primero que se hace es tocar madera.

La historia de esta superstición se remonta a los Celtas que creía que los dioses habitaban en los árboles.

Ellos sostenían que el Dios de los cielos vivía en los robles y que si se alardeaba de las cosas que uno poseía (materiales, espirituales o buena suerte) el se enojaba, y por esa razón, como forma de tributo, lo tocaban y se ponían a su merced.
El simple hecho de estornudar y decir Salud!!! se remonta a la época de los Romanos que sostenían que el espíritu que habitaba en nuestro cuerpo, cada vez que uno estornudaba, dejaba parte de su energía fuera, por esa razón, el deseo de salud, era dicho para conjurarlo.

Algo parecido pasaba con los egipcios, que al bostezar se tapaban la boca, no como síntoma de buena educación, como se hace hoy, sino porque el Ka, que es el espíritu, podía escapar por la boca.

Romper un espejo es otra superstición muy conocida.

El espejo nos devuelve nuestra imagen, y si ella se rompe, se cree que se rompe nuestro equilibrio.

Derramar la sal, tiene dos historias. Una es que Judas en la ultima cena derrama accidentalmente sal sobre la mesa. La otra, es que antiguamente la sal era considerada una mercancía rara y costosa.

Los pagos se efectuaban con sal, razón por la cual existe la palabra salario. El hecho de derramarse, significaba una perdida económica importante.

La tal conocida superstición de evitar pasar por debajo de una escalera, tiene su origen en que la escalera, el suelo y la pared en que se apoya, forma un triángulo, figura muy importante en el ocultismo y traspasar toda figura triangular, era romper con el equilibrio perfecto, algo que podía alterar el humor de los dioses, por eso, aún en esta época mucha gente evita hacerlo.

Que nos pase un gato negro frente a nosotros, es considerado como un signo de mala suerte. Se basa en que en la edad media, las brujas eran asociadas a los gatos negros y de ahí ese temor.

Encender tres cigarrillos con un mismo fósforo, fue en la época de la guerra sinónimo de fatalidad .

Eso se debe a que en las trincheras, cuando los soldados fumaban, con el primer cigarrillo eran descubiertos por el enemigo, con el segundo apuntaban y al tercero tiraban.

La rapidez con que los conejos saltan y evitan los obstáculos, dio lugar a la creencia que quien tuviera una pata de conejo, absorbía la rapidez y velocidad del mismo.

Esta creencia se remonta al principio de la vida humana en la tierra, porque ya en las cavernas de hace millones de años, existen dibujos y eran usadas para darle a quien la poseía ,rapidez de reacción y velocidad, algo muy importante para poder sobrevivir.

Y por ultimo quizá la más conocida y actualmente respetada. El numero 13. Los grandes hoteles en todo el mundo, el piso trece no existe. Se pasa del piso 12 al 14 para evitar la negación de habitar este piso. Aquí en Uruguay el conocido Hotel Radisson, ex - Victoria Plaza, también es así. Tampoco los asientos 13 en las grandes líneas Aéreas. Y ahora, como vimos en el comienzo de la nota, tampoco habrán vuelos interplanetarios con ese numero.

El origen de esta superstición se remonta a la ultima cena, que compartió Jesús con los doce apóstoles, antes que Judas Iscariote efectuara la traición. De allí surge la idea que trece personas sentadas a una mesa es mala suerte, de los viernes y martes trece y de la negación para algunos de vincularse de una u otra forma con este número.

Hay muchas más, algunas generales, como la buena suerte atribuida a los grillos, no abrir un paraguas dentro de la casa, levantarse con el pie izquierdo, poner un sombrero sobre la cama, en el teatro no usar nada amarillo...

No podemos ser esclavos de las supersticiones.

No se cambia el destino haciendo o usando tal cosa.

Se cambia tomando consciencia que somos nosotros los dueños de nuestra vida y ayudándonos con técnicas, maneras de actuar, usando la estrategia, voluntad y perseverancia aplicada a aquellas cosas que queremos lograr.

El único dueño de su vida es Ud. y de Ud. depende que hacer con ella
Un gusto, como siempre, esta comunicacion.

Hasta dentro de siete dias

Walter Accuosto

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