TODO CAMBIA

GIRANDO AL COMPÁS DE LA RUEDA

En todo sistema adivinatorio, existe un elemento que, representa el cambio de suerte, el movimiento energético que nos hace pasar de estar arriba a estar abajo, del triunfo al fracaso, de la bonanza a la carencia.

En la astrología, esta representado por los planetas llamados cronocratores que son Júpiter y Saturno, dioses del tiempo, la desgracia y la prosperidad.

Cada tanto se activan y dan ciclos de gran abundancia y suerte… y otros de carencias y limitaciones.

En el tarot, esta el arcano diez, llamado la rueda de la fortuna que es una gran rueda en la que el destino sube y baja trasmitiendo el concepto que la suerte cambia inesperadamente, pasando de lo bueno a lo malo y de lo malo a lo bueno a lo largo de nuestra existencia. Ese cambio constante… se da en la vida real y que mejor ejemplo que citar lo que sucedió el pasado lunes 1 de marzo, con la asunción del Sr. José Mújica como presidente de la Republica Oriental del Uruguay.

¿ Quien iba a decir…, quien podría haber imaginado… que ese joven guerrillero tupamaro que fue herido de seis balazos, fue apresado cuatro veces y, en dos oportunidades, se fugó de la cárcel de Punta Carretas… que pasó, casi 15 años de su vida en prisión en condiciones realmente duras… sería el mismo que 25 años después pasaría a ocupar el cargo de Presidente de la Republica.

Esa es la dinámica de la vida… cuando uno cree que todo esta perdido, surge “algo”, una luz, un rayito de esperanza y se manifiesta el poder casi mágico, divino, que tenemos los humanos en salir nuevamente adelante.

Seguramente Ud. pasó algunos momentos en que parecía que todo se acababa, que estaba al borde del abismo y que todo estaba perdido y sé con seguridad, que siempre ocurrió algo, que casi mágicamente, lo amparó y le dio la protección que impidió que la catástrofe total llegara a su vida.

Lo que llego a su vida, fue la manifestación de estos aspectos astrales que cambian el rumbo de acontecimientos y modifican destinos.

Así como – en la actualidad – el Sr. José Mújica es una clara demostración de triunfo sobre el destino, hay otros casos, por ejemplo de personas y personalidades que estando el la cumbre, hoy no lo están.

Eso que sucede en todo y en todos… nos deja dos mensajes:

• Aprovechar al máximo las condiciones cuando son buenas, porque tarde o temprano pueden a cambiar
• Y tener fe y esperanza y no dejar de trabajar para mejorar lo que pueda estar tocándole vivir (sea falta de trabajo, soledad, enfermedad, carencia o sufrimiento) porque indefectiblemente, si aplica el esfuerzo y no se rinde, si trabaja para que las cosas se den, con convencimiento, con energía, con confianza “ de que esto también pasará…” la rueda de la fortuna girará a su favor y podrá superar el momento.

Y como comentario final, y ya que comencé hablando del Sr. Mújica, (como todos Uds. saben son bichero) voy a hablar de Manuelita, la perra de nuestro Presidente, que perdió una patita en un accidente cuando era muy joven y que lo acompaña a todos lados. (No la vi el día de la asunción de mando???).

Bueno, a Manuelita siendo un cachorro la atropelló un auto y perdió su pata. Así, fue dejada tirada al costado de un camino vecinal, sin muchas posibilidades de que alguien – en esas condiciones – se hiciera cargo, la curara y la adoptara.
Sin embargo… la rueda de la fortuna giro desde esa situación; a ser recogida, cuidada y alimentada por un matrimonio que sin importarle esa pata de menos, la llevo a su casa, la curo, le hizo un lugar entre sus otros perros y - sin duda alguna-, la adora. Lo que a esta perrita la vida le quito en su momento, se lo devolvió con premio en otro.

A eso me refiero con el concepto de la rueda de la fortuna (como ven funciona en todo) y como quiero finalizar este comentario con una nota de humor les voy a dejar una ultima reflexión que deja la murga “Agarrate Catalina” al final de su muy divertido skech sobre el Sr. Mújica que dice:

“ Manuelita, Manuelita,
quien diría donde estas,
vas a usar como cuchita,
el sillón presidencial”.


Amigos, hasta le semana que viene.

Walter Accuosto