Buscar este blog

sábado, 22 de octubre de 2011

DIA DEL PATRIMONIO : LES PRESENTO AL PROFESOR NOUFROF…


Este fin de semana es especial, porque respondiendo al día del Patrimonio  se abren las puertas a museos, teatros, monumentos nacionales, ministerios y todo lugar lo que "respire" historia.

Yo desde aquí, voy a abrir las puertas a la memoria y combinar este comentario semanal con ese aire del pasado que nos rodea este fin de semana, invitándolos a ir hacia 1918, en este mismo Montevideo, en el que algunas cosas han cambiado mucho y otras - verán por que se los digo - casi nada.

Estamos pasando un tiempo complicado, y el hombre desde siempre, ante eso, se ve tentado a recurrir en busca de soluciones a trabajos mágicos, que son tremendamente positivos, por supuesto para quienes lo practican, ya que se cobran precios importantes a cambio de una esperanza, una solución que nunca llega, solicitada por un lado a espíritus o en el otro extremo, un poco mas cristiano, a través de estas nuevas religiones, que no son tales, ya que no tienen absolutamente nada de tradición, sino que son un invento de estos últimos años, que basada en la Biblia, dan las mismas soluciones a través de un baño con un jabón de descarga que tiene impreso la palabra Jesús, tocar una tela blanca, pasarse la radio por el cuerpo o técnicas iguales tanto por su inefectividad, como por lo absurdo que son.

            Si Uds. creen que esto es algo nuevo… están equivocados.

            Ya en 1918, nuestro Montevideo se vio conmocionado por la llegada de un mago, llamado Noufrof, quien según el mismo decía, tenia el poder de dominar la naturaleza y hacer milagros.

            Lo que les voy a relatar, fue extractado de un libro que pertenece a Ildefonso Pereda Valdes, editado por Arca en el año 1968. Su nombre: Magos y curanderos.

            El comenta que sobre en el año 1918, en la calle Rivera, cerca del cementerio Ingles, estaba en una casa antigua y suntuosa "el rincón de las almas", una especie de templo que era administrado por el profesor Noufrof, un charlatán llegado desde el Perú, quien usaba una chaqueta negra con cuello alto y tenía además de mucha facilidad de palabra, un rostro y andar misterioso.
           
            También tenía un consultorio en la calle Durazno 1804 casi Yaro. (Yo tengo la fotocopia de uno de sus anuncios) que decía así:

“CIENCIAS OCULTAS”
Profesor NOUFROF
Espiritista. Curaciones sin medicamentos. Fluidos magnéticos. Se curan enfermos por la ropa, sin verlos.
Consulta un peso.
Martes y viernes de dos a cinco.

            En los folletos que repartía en la calle (ven que no hay nada nuevo bajo el sol) el se anunciaba así:

¿Quiere Ud. que su marido deje a esa mujer? Para eso es necesario ligarlo. Necesito nombre y edad de los dos, un calzoncillo, retrato o pelo de el. Con esto solo me basta para que odie a ella y la vuelva a querer a Ud. con la debida fuerza y para toda la vida.

En el rincón de las almas, ese santuario de la calle Rivera la cosa era distinta... era casi un templo.

La casa tenia en el fondo un jardín y en medio de el, una fuente con una escultura de mármol blanco con la figura de Cristo, el que - a través de un ingenioso mecanismo - hacia que de sus ojos continuamente se desprendían gotas, en un llanto interminable que se desplazaba por las mejillas y caían en un cuenco de cristal.

Noufrof recogía el agua, las embasaba en frascos y las vendía a un muy buen precio prometiendo la curación de todos los males que existían en esa época y que estoy seguro, son exactamente los mismos que existen en esta, ya que los problemas humanos, son siempre los mismos aunque cambien los tiempos.

La cosa es que          el “llanto de Jesús”, que el profesor Noufrof regulaba con una simple canilla, resultó muy rendidor y le reporto mucho dinero.

Yo digo... ¿les suena algo esto, les parece conocido???

Estoy hablando del año 1918 y parece que fuera ahora.

Para entrar a ese templo, había que pagar una pequeña entrada (50 centésimos de la época) y el frasco costaba dos o cuatro pesos, según su tamaño.

En el libro  que estoy compartiendo con Uds. se describe la manera que Noufrof se presentaba ante sus consultantes:

Una voz (que seguramente seria la de el) decía:

En el principio había mucho dolor. 
Solteras sin esperanza, hombres malos, espíritus viciosos, personas desaparecidas.
 Una gran sombra eclipsaba la felicidad. 
Pero de pronto surge en el firmamento una luz, una claridad radiosa, que por no se sabe que prodigio, asumió figura humana.

Y fue Noufrof
Y Noufrof hablo para anunciar que investía representación divina
Y dijo que llegaba de Dios Y los que esperaban creyeron
Y los que creyeron salvaronce Y todos dijeron: así sea...

Después de tal presentación, aparecía Noufrof, entre luces, humo y velos, para vender esa agua milagrosa, que prometía a todos encontrarse con la felicidad y curar enfermedades, unir parejas separadas y muchos milagros más.

De este personaje hay más material.

Estuvo también en Buenos Aires, con su compañera, que era puesta en un ataúd de vidrio y que se decía estaba dormida, y así, respondía las preguntas de las personas que pagaban hasta 50 pesos, por estar unos minutos frente a ella.

Ildefonso Pereda Valdes, autor del libro MAGOS Y CURANDEROS, editado por ARCA (1968) da por terminado el capitulo sobre este personaje así:

Estando en Buenos Aires una tarde finalizo la buena estrella de este personaje. 

El jefe de policía Coronel Falcón, llego a detenerlo, ingresando por la fuerza donde estaba dando las bendiciones entre cientos de personas y Noufrof pudo escapar saltando por unas azoteas. Según comento el mismo Noufrof ante la pregunta de cuales habían sido sus pasos después dijo: espere a que fuera de noche y me embarque en el vapor de la carrera rumbo a Montevideo.

 El periodista le pregunto: cuanto aproximadamente le produjo la sonámbula. 

Unos ochenta mil pesos argentinos, en números redondos y agrega finalmente con sorna que parece bastante impropia de un santo: - Y si no hubiera sido por el coronel Falcón...!!!

Misteriosamente así como apareció, desapareció de Montevideo. Dejo deudas por las casas que alquilaba y nunca nadie supo mas de el…

Volvamos a la época actual. Tenemos computadoras, el hombre llego a la luna, se levantan edificios inteligentes, podemos entrar a Internet y comunicarnos con todas partes del mundo desde nuestra casa, sacar fotos y grabar videos con nuestro  celular, se han logrado avances inimaginables en la medicina, estamos en el siglo veintiuno…

¡Y cuantas cosas no han cambiado!

Gracias por su visita y hasta la semana próxima.

Walter Accuosto

No hay comentarios: