Semanalmente recibo algunas cartas y
muchos mails enviados por Uds. con material, felicitaciones,
agradecimientos y preguntas así como comentarios de alguna situación que
están viviendo que - por lo general respondo - ya que siempre envío
unas palabras por un lado como agradecimiento y para que puedan
comprobar que el mensaje me llego y lo leí y en otras ocasiones, con
alguna respuesta corta, consejo o idea sobre lo que me cuentan.
Esta semana me llego un mail de
Marianella, una paciente muy joven, que esta pasando desde hace unos
meses por una situación de salud complicada...
Una paciente a la que he atendido en
años pasados y últimamente unas dos veces y que sintió la necesidad de
escribirme unas palabras sobre como se sentía... sobre como se estaba
sintiendo.
Realmente me impacto... a veces pasan estas cosas.
Uno cree que ha aprendido ya todo, que
ha visto mucho, que no hay sorpresas y si que las hay.... Siempre
aparece algo nuevo... un concepto nuevo, una mirada distinta y esta
semana recibí este mail.
Lo primero que hice fue escribirle para
preguntarle si podría compartirlo con Uds. y la respuesta fue si. Lo
segundo fue preguntarle si dejaba su nombre o aclaraba que iba a ser uno
ficticio y la respuesta fue... mi nombre es Marianella. No diga mi
apellido, pero mi nombre si
y bueno...
Voy a compartir con Uds amigos un mail
que me impacto... que me dejo pensando, que me alegro el corazon y me
estrujo el Alma... pero de eso se trata la vida.
No de ocultar aquellas cosas que no nos
gustan, o que no quisiéramos, sino de subrayar aquellas que nos hacen
bien o que llevan en si, un canto de esperanza.
Lo escribió Marianella y dice así:
Gracias Marianella a ti, por permitirme a mi, ser parte de tu vida...
Walter Accuosto
No hay comentarios:
Publicar un comentario