Charles Francis Coghlan, nació en la
Isla del Príncipe Eduardo, que es una provincia marítima de Canadá sobre
mediados del siglo pasado.
Desde pequeño sintió que el teatro era
su verdadera vocación y ya en la adolescencia, trabajaba en obras que si
bien pasaban desapercibida, las personas comenzaron a conocerlo.
En ese afán de ser un gran actor... un
día fue a visitar a una famosa vidente que había llegado de Europa para
preguntarle si realmente tenía futuro en la actuación. Fue con su mejor
amiga... Maggi.
A ella le pronostico cosas que se
cumplieron al pie de la letra. A el, frente la pregunta sobre su posible
fama como actor y como cuenta su amiga Maggi en su biografía..., la
vidente le dijo: que seria muy famoso, pero que iba a morir en la
cumbre de su carrera, pero agrego algo extraño para quienes luego
escucharon el relato: "Tu alma no tendrá descanso hasta que hayas
vuelto a tu lugar de su nacimiento "
Paso el tiempo... fue a estudiar a
Inglaterra y allí, se recibió de abogado con honores... pero cuando
Charles, a los 26 años volvió a su pueblo natal... se dio cuenta que
había estudiado derecho para darle el gusto a sus padres... pero lo que
el realmente le gustaba era la actuación y retomo la senda del teatro,
dejando de lado su profesión...
Esa predicción de morir en pleno auge
como actor y que su alma no encontraría la paz luego de muerto, hasta
que no volviera al lugar de nacimiento, le pareció una tontería...
Hecha
la elección, Charles hizo sus maletas y ante en enojo de sus padres, al
punto de romper la relación, se fue de su casa con la esperanza de ser
un gran actor...
Y lo fue.
Poco a poco, de grupos
de teatro casi desconocidos paso a ocupar papeles de gran importancia en
elencos de gran calidad... su sueño se estaba cumpliendo.
La fama llego cuando un importante
director teatral de la época le ofreció el papel que cambiaria su vida:
Hamlet de William Shakespiare y fue allí, cuando en realidad deslumbro
al publico con el don con el cual había nacido.
La noche del 27 de Noviembre de 1899, en
la mitad del monologo mas importante de la obra sucedió una desgracia.
Un ataque en medio de la función acabo con su vida.
Todos quienes lo conocían y sabían de la
predicción de la vidente comentaban su acierto: Charles murió en plena
función, cuando había alcanzado la fama.
En esa época las distancias eran reales
problemas, no sabían muy bien la procedencia de Charles porque estaba
distanciado con sus padres y la novia de ese entonces, decidió darle
sepultura con una placa que recordaba su actuar por las tablas y el
reconomiento de su público en la cuidad que había vivido los últimos
años: Galveston... en Texas
En la mañana de finales del año 1900, UN huracán con una fuerza nunca vista sobrevino la isla/ciudad de Galveston...
Los terrenos y edificios fueron
arrasados. También el cementerio que se encontraba al lado del mar y
cuando la marea y los vientos amainaron, los sobrevivientes vieron como
decenas de ataúdes y algunos cuerpos flotaban en el agua y se dirigían
arrastrados por la fuerza de la corriente hacia mal adentro.
Sin duda el agua y el fuerte viento,
había aflojado la tierra húmeda del cementerio y muchos de esos féretros
afloraron y se dejaron arrastrar.
Al escuchar la noticia de que el ataúd
de Charles fue uno de los que se perdieron en el mar, la familia Coghlan
ofreció una impresionante recompensa para su época a quien de alguna
manera pudiera dar detalle. No tuvieron respuesta... Al parecer, los
restos de Charles Coghlan habían desaparecido en el mar.
La familia había perdido toda esperanza
de recuperación, cuando un día soleado en octubre de 1908, un grupo de
pescadores al lado de la Isla del Príncipe Eduardo notó un gran ataúd de
metal cubierto de algas flotando cerca de la costa.
Los hombres curiosos sacaron a la orilla
el ataúd e inspeccionaron su extraño botín, sólo para descubrir una
placa de plata sucia colocada en el ataúd que decía "Charles Francis
Coghlan".
El cuerpo de Charles Coghlan había
viajado miles de millas del cementerio de Galveston a las orillas de su
lugar de nacimiento: La isla del Príncipe Eduardo.
La vieja profecía de aquella vidente que
le dijo que seria muy famoso, que moriría en la cumbre de su fama y
aquel extraño dato: "que su alma no tendría descanso hasta que volviera
a su lugar de nacimiento... se había cumplido".
Amigos, les recuerdo que las consultas
para este mes están completas.
Quienes deseen atenderse en Junio,
deberán agendar turno a partir del martes 20 de Mayo a través del
teléfono 2-409-39-53.
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