A todos nos gusta creer que vendrá algo maravilloso, una ayuda inesperada, un golpe de fortuna como sacar el cinco de oro, ganar la lotería de fin de año, una herencia fabulosa de un familiar que ni sabíamos que existía y que ese algo, va a cambiar de manera espectacular nuestra vida.
Es fácil dejarse seducir por ese tipo de pensamiento y pensar que a partir de ese momento, podremos disfrutar a pleno nuestra vida. Si eso le ha pasado, no es una excepción. A todos, en algún momento o permanentemente nos pasa. A mi me pasaba mucho mas antes que ahora... seré que he madurado, que la vida me ha demostrado la realidad que es que el 99% de las cosas se logran trabajando y programando cuidadosamente los pasos a dar... y que el factor suerte es muy pequeño, tanto que no debería tenerse en cuenta.
Otros deseos milagrosos además de poder solucionar de golpe los problemas económicos, pueden ser relacionado a los afectos..., que vendrá a nuestra vida una nueva pareja, excitante y perfecta y que junto a ella encontraremos la felicidad o que lograremos encontrar un trabajo cómodo, agradable y muy bien pago o, o recibirnos y tener éxito profesional o muchas cosas parecidas…
Cuando esa idea es recurrente, es como una enfermedad que puede frenar los esfuerzos, esperando que las cosas lleguen solas y evitando consciente o inconscientemente el esfuerzo que se requiere para hacer que funcione la vida.
Esto no quiere decir, que ese golpe de suerte que Ud. espera, no vaya a llegar.
Nunca debemos dejar de tener esperanzas.
Pero se debe ser lógico y tener plena consciencia, de las pocas probabilidades que en la realidad eso suceda. No podemos fundamentar nuestra vida y nuestra felicidad esperando un milagro, y dejando de agradecer, aprovechar, disfrutar, utilizar, compartir todas las cosas que nos rodean, que algunas pueden ser chicas, pero otras, como la salud, la familia, los amigos, el trabajo, la tranquilidad espiritual, son cosas muy grandes, mucho mas de lo que se imagina y solamente cuando nos falta, nos damos cuenta de cuantas cosas desaprovechamos, a cuantas personas nos les dimos el valor que realmente tenia, cuanto tiempo desperdiciado quejándonos sin darnos cuenta que al lado nuestro estaba la felicidad.
Hay un cuento que habla de un hombre que vivía en Golconda, (en la India) que una vez vio un diamante y no pudo de dejar de soñar, que el encontraría una mina repleta de ellos.
Entonces fue a consultar al guía espiritual de la aldea para saber donde podría encontrar diamantes a lo que el viejo sabio le pregunto, para que quería diamantes.
Para ser inmensamente rico, contesto el hombre.
Si los quieres, ve a buscarlos, pero te aseguro que ellos no te darán la felicidad le respondió.
Solo te daré una pista. Debes buscar un río que se desliza a través blancas arenas y entre elevadas montañas y allí, en su cauce encontraras diamantes.
El hombre y vendió su granja, reunió todo el dinero y dejando a su familia en la casa de un vecino, se alejo junto a un amigo en busca de esas piedras llenas de luz que le daría riqueza, fama y felicidad.
Cuenta la historia, que después de mucho tiempo de búsqueda y sin obtener ningún resultado, el hombre al ver perdida su fortuna y desecha su familia...se quito la vida.
Su amigo y socio en esas andanzas, cuando volvió a la aldea a darle la noticia de su muerte a sus hijos y esposa, vio sobre una estufa, puesta como adorno una piedra de color negro, con un ojo de luz que reflejaba los colores del arco iris.
Ese amigo, - conocedor de diamantes - pregunto de donde la habían sacado, a lo que la familia le dijo, que detrás de su casa corría un río que venia de las montañas y su orilla, estaba llenas de esas piedras negras.
Entonces salieron todos hacia el río que corría por la parte detrás de la casa, vieron cientos, miles de piedras negras acumuladas en su cause, que no eran mas que diamantes en bruto, tanto o mas valiosos que el primero. En ese momento y con pesar se dieron cuenta que aquello por lo que el hombre había gastado toda su fortuna, abandonado su familia y quitado la vida era algo que estuvo SIEMPRE en el fondo de su propia casa.
De esa manera, se descubrió en la India, la mina de Golconda, la más importantes de la historia, de donde salieron los diamantes más grandes sobre la tierra, los cuales debidamente tallados aun están incrustadas en las coronas de Inglaterra y Rusia.....
... A veces nos pasa eso.
Esperando encontrar fuera de uno mismo o de su entorno lo que más desea, puede no darse cuenta que eso que busca con tanto ahínco afuera, esta dentro de uno o muy cerca suyo.
¿Y SI TIENE DIAMANTES JUNTO A UD.?... y por buscar otras cosas, o en otros lugares esta impidiendo que ese oro adquiera brillo y le deslumbre,
¿Y si tiene personas que le quieren alrededor suyo y Ud. no acusa recibo?
¿Y si tiene trabajo, salud, hijos sanos y Ud. no lo puede ver, porque espera encontrar su riqueza o la felicidad en lugares mas lejanos o con otras personas o en otras situaciones, y Ud. por estar mirando en otras direcciones, deja pasar su vida sin descubrir que eso que esta junto a Ud. es la esencia de la felicidad.
Walter Accuosto
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