Hace pocos días, volví a ver una vi una película que trataba sobre la vida de Maria Betania, esa genial cantante brasileña.
En un reportaje ella dice que la música es como el perfume.
La música y el perfume son únicos… afirma… no hay nada que genere esa capacidad de imaginar, visualizar, sentir, vivir recuerdos o reflexionar sobre algo.
Y esto me dio la idea para el comentario de esta semana:
La empresa Suiza Just, fabricante de los aceites esenciales mas puros del mundo sostiene que “los seres humanos respiramos, en promedio 1 vez cada 5 segundos, 720 veces por hora y 17,280 veces por día”.
Nos pasamos la vida respirando, inhalando y exhalando… nos pasamos – aunque no lo parezca también, la vida: oliendo.
El perfume… invade, genera cambios emocionales, anticipa pasiones, seduce y llega al alma en un toque, en una fracción de segundos y el alma se abre y respira /// y exhala (bienestar y felicidad) cuando lo que trae del pasado es algo agradable… o tristeza y nostalgia, cuando viene cargado de experiencias negativas.
Hay olores mágicos. El del pan recién horneado es quizá el que mas me moviliza, o el del café recién hecho de de las mañanas o el aroma del jazmín, que es uno de mis preferidos. ¿Cuál es el suyo?
Hay otros... Una vez escuche decir a nuestro presidente José Mújica que uno de los recuerdos del pasado que mas le afectaban en el presente, era volver a sentir olor a humedad, porque eso lo situaba inmediatamente en las noches de encierro, sufrimiento, oscuridad y soledad del calabozo.
Hay fragancias que traen del pasado aspectos de nuestra niñez. Momentos felices compartidos o situaciones que nos hicieron sufrir. Eso se debe a la memoria sensorial, que dejó grabado su estado emocional en el momento de se conectó con ese aroma.
Si esa unión/emoción/aroma fue negativa, el sentir nuevamente la fragancia descompone, altera los nervios, genera depresión. Si fue positiva, viene a su mente situaciones, personas, experiencias con las cuales compartió buenos momentos o genero alegrías y domina un estado emocional de armonía, equilibrio y bienestar.
¿No le ha pasado traer al presente situaciones o personas desde el pasado, a través de un aroma.
Galan Luchinni un psicólogo italiano, propone que cuando uno este alegre, contento y satisfecho, adquiera la costumbre de oler una fragancia por la cual sienta una especial atracción (siempre la misma).
Cuando se siente bien, al olerla graba en sus chips mentales una asociación: aroma con bienestar, armonía y felicidad.
Si eso se hace de manera seguida, queda grabada en el disco duro de la mente y permite, repetir el proceso al revés.
Cuando se encuentre deprimido, angustiado o desmotivado, el aconseja oler la misma fragancia, y el cerebro disparara imágenes y emociones positivas (igual a aquellas que ya tiene grabada) y esta herramienta forma parte de la terapia que el utiliza con sus pacientes.
Los perfumes nacieron como ofrendas a los dioses y los primeros especialistas en perfumes fueron, naturalmente, los sacerdotes y religiosos.
En todas las culturas, desde la sumeria a la egipcia, la china a la griega, la celta a la hindú, la maya a la azteca, de la judía a la cristiana… en todas, el perfume era un regalo para los dioses. Según la Biblia, cuando nació Jesús, llegaron tres magos de oriente a rendirle tributo y cada uno trajo un presente. Oro, incienso y mirra. Dos, de esos tres regalos eran perfumes. El incienso, usado hoy en todas las iglesias como elemento de adoración y la mirra en actividades espirituales de protección.
Las fragancias y sus efectos son la base de una terapia antiquísima llamada AROMATERAPIA que combina el uso de aceites esenciales con el fin de promover la salud y el bienestar del cuerpo, la mente y las emociones, restituyendo el equilibrio y la armonía interior.
Se basa en el uso de los ACEITES ESENCIALES.
Pero una aclaración. Los aceites esenciales deben ser naturales y puros. Son los que yo uso en la consulta. Nada tiene que ver esos frasquitos que pueden comprar en la calle, supermercados o locales. Los verdaderos se comercializan en las homeopatías y son –lamentablemente- muy caros.
Pero son los que deben usarse.
Los sintéticos, además de no poseer las cualidades energéticas de la planta o la flor (tiene solo un aroma parecido) al ser químico irritan las mucosas, manchan la piel, generan alergias, producen problemas respiratorios así que cuidado. Si se deciden a usar aceites esenciales, recuérdelo… deben ser puros.
Y aquí va una pequeña guía con alguno de los aceites esenciales más comunes y cuales son las áreas de acción.
Hay aceites relajantes que son: ciprés, ylang-ylang, cedro, manzanilla, mirra, rosa y sándalo. Ayudan a dormir, relajan la mente y los músculos, abren las puertas a la meditación, la practica del yoga y los ejercicios espirituales.
Los hay Equilibrantes: albahaca, romero, mirra, incienso y lavanda. Son los aconsejados cuando se esta muy nervioso, angustiado o tenso. Producen armonía, calma la mente y dan serenidad.
Otros son estimulantes… por ejemplo canela, bergamota, eucalipto, jengibre, menta, naranja y pino. Estos son buenos para los estudiantes, quienes deben trabajar muchas horas y notan que el cansancio llega.
Y los hay Antidepresivos naturales como el jazmín, lavanda, limón, mandarina, menta, pino y manzanilla que generan endorfinas una droga que produce el cerebro que ayuda a vencer la depresión.
Se usan en elixires de gemas, hornitos especiales de aromaterapia, poniendo una gota en una bombita eléctrica y cuando se enciende dispersa su aroma, como componentes de perfumes que uno se puede hacer de manera artesanal, en sales de baño y para dar masajes.
En casa por ejemplo, usamos el aceite antiestrés, que es un preparado con 15 aceites esenciales, pero también se puede usar lavanda por ejemplo, el cual pongo tres gotas en una hoja de papel absorbente y lo dejo sobre la almohada. Eso asegura dulces, tranquilos y placidos sueños…
Y he dejado un lugar aparte para el rey de los aceites. Me refiero al OLEO 31, de Just una empresa suiza que produce aceites esenciales de la más alta pureza y calidad.
Son realmente maravillosos los efectos inmediatos que genera ESTA SINERGIA, ESTA UNION DE 31 ACEITES ESENCIALES, generando corrientes de energía que ayudan a levantar el ánimo y armonizar el equilibrio que nuestro organismo necesita para estar bien.
Basta una sola gota en la nuca y otra detrás de las orejas para sentir su efecto inmediatamente.
No se venden en comercios, sino a través de promotores. Yo en consulta uso el óleo 31 y tengo para quien desee experimentar esta sensacional fragancia que - no dudo - muchos de Uds. seguramente ya conocerán.
Una sola gota del OLEO 31 basta para que su efecto active la energía que cada organismo necesita para estar armonizado y ayuda a levantar el animo, potenciar la vitalidad, aclarar la mente, concentrarse mejor, limpiar el sistema respiratorio, equilibrar los chakras y armonizar el aura, ya que actúa, desde el plano físico, pero también emocional, energético y espiritual.
Y para dar fin a este tema de hoy tres frases referidas al perfume. La primera de Cocó Chanel quien dijo: el perfume anuncia la llegada de una mujer y la mantiene presente después de su partida. George Sand afirmo que: el perfume es la forma más intensa del recuerdo y Osho sostiene que toda flor es una lámpara. El perfume es su luz.
Gracias por acompañarme semana a semana y los invito a que – después de ver la foto del bosque- me escriban a mensajessintonia@gmail.com contándome que es lo que aparentemente no se ven… son DOS cosas.
Participaran a fines de Agosto por una sesión armonizadora de REIKI.
Hasta nuestro próximo encuentro…
Walter Accuosto.
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