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viernes, 28 de enero de 2011

LAS DIEZ REGLAS DEL AMOR

Cherie Carter-Scott es una psicoterapeuta Americana que tiene varios libros a cada cual mas interesante y uno de ellos se llama "Si el amor es un juego... estas son las reglas" Es un libro que esta editado en Uruguay por Plaza y Janés dato que le puede importar si después de leer estos “principios” le interesa profundizar en el.
En el se enseñan 10 reglas para - así lo dice la autora- encontrar el amor y lograr que perdure.
Ellas son:

“AMESE A SI MISMO”…
dice la primer regla... Que importante es esto en todos los aspectos. Amarse a si mismo significa respetarse, quererse, mimarse, darse el valor que cada uno tiene, saber defenderse, no bajar los brazos, no permitir que domine algo tan común lamentablemente en muchas personas que es la baja autoestima. Amarse a si mismo no es solo importante en relación al amor, sino a la salud, a la profesión que se lleve adelante, a la actividad, al trabajo, al tiempo que damos a gratificarnos.Si Ud. no se ama a si mismo, quiere decir que Ud. no se acepta, no se quiere y por lo tanto, si Ud. no se quiere, como esperar que los demás lo quieran. Si yo no creo en mi mismo, como pretender que los demás me crean. Significa cuidarse... por un lado de las personas negativas que siempre hay y que intentan sabotearnos, por otro en relación a nuestra salud, cuidando nuestro organismo haciendo alguna actividad física y alimentándonos mejor, cuidando nuestra imagen exterior, la manera de vestirse, de actuar y todo aquello que haga que quienes comparten con nosotros nuestras actividades: la pareja, la familia o los amigos, se sientan bien con nuestra presencia. Una persona sucia, descuidada, desprolija: a quien le puede agradar estar a su lado. Si ud no se ama a si mismo y es una persona amargada, negativa, hiriente, agresiva, indigente... piense quien puede interesarse por Ud. No es ilógico este pensamiento: si Ud. no se da lo mejor que puede de la vida, que podrá dar a los demás.

La segunda regla dice: “UD. DECIDE SI QUIERE FORMAR PAREJA”.
Cada uno tiene sus propias exigencias. Hay personas que no pueden estar solas, que necesitan estar permanentemente en pareja y van de una a otra, muchas veces en busca de lo ideal. Otras tienen parejas de años. Unas son muy felices y comparten su vida plenamente. Algunas soportan situaciones que lastiman, humillan, pero el temor a quedarse solos es tan grande que continúan enganchadas a relaciones toxicas. Y existe un tercer grupo de personas que no basan su vida ni su felicidad en una pareja. No la niegan, pero no se preocupan demasiado si no la tienen, porque su mundo emocional es tan rico, que suplantan el amor de pareja hacia otras áreas de vida.

La tercer regla dice: “CREAR AMOR ES UN PROCESO”
Y como todo proceso, exige un cambio. Pasa de la etapa de conexión, cuando dos personas se conocen, a la del descubrimiento, donde cada uno muestra lo mejor de si, para dar paso a la intimidad, donde ya conocidos la relación se profundiza y se descubren aspectos desconocidos, quizá no los mejores de cada uno y la relación entra en la intimidad. Una relación saludable no se saltea el orden. Es un proceso y como tal, exige un tiempo. Para algunas parejas el tiempo puede ser corto, para otras mas largo. Lo importante es que se pase de una fase a otra, sin saltar ninguna.

La cuarta regla dice: “LAS RELACIONES PERMITEN EL CRECIMIENTO PERSONAL”
Una relación afectiva, que no colabore a que quienes integran la pareja, sean mejores personas, está condenada al fracaso. Afuera entonces egoísmo, celos desmedidos, necesidad de controlar al otro, susceptibilidades, miedos tormentosos, sospechas infundadas. La palabra clave de esta regla es seguridad. Ud. debe estar seguro del amor que recibe y la persona que esta con Ud., tiene que estar segura de su sinceridad. Esta regla dice que se debe tener confianza, saber compartir, tener paciencia, gratitud y saber perdonar.

La quinta regla asegura que “LA COMUNICACIÓN ES ESENCIAL”
El intercambio libre de pensamientos y de sentimientos es la esencia de una relación. Se debe identificar que se desea comunicar, que resultado se busca, elegir el momento y lugar adecuado, impedir que las emociones interfieran en lo que se quiere expresar, hablar con el corazón, asumir el papel del otro si fuera necesario y evitar sobre todo, aquellas conductas que rompen la comunicación, la que yo llamo señales cruzadas (decir una cosa y asumir una actitud corporal, o gestual distinta). Si necesita algo. Dígalo. Si no entiende algo: pregunte, si duda, aclare... o sea todo lo que pase por su mente y cree dudas, sáqueselas. No esconda sospechas, suposiciones o ideas, porque se van acumulando y en el momento menos apropiado, en la discusión mas tonta, se dispara esas baterías guardadas desde tiempo atrás y puede poner fin a una estupenda relación. Cuando surja una duda... aclárela de inmediato. Se ahorrará muchos dolores de cabeza, pero eso si, sea cuidadoso con su lenguaje:::: Mida sus palabras, pero sea sincero.

La sexta regla dice que “ES PRECISO NEGOCIAR”
Negociar puede parecer una palabra fría, calculada, antipática pero desde el momento mismo en que nacemos, estamos negociando. El bebe que llora desde la cuna y la madre que va a atenderlo y le coloca el chupete, están negociando. Por lo tanto, a no sentirse ofendido si afirmo que todos, permanentemente negociamos. No lo asocie solamente al dinero. Cuando dos personas desean llegar a un acuerdo en algún aspecto de la relación, la negociación es lo que pone de acuerdo a ambas partes y ayuda a encontrar un resultado. Cuando dos temperamentos diferentes o dos maneras distintas de pensar se enfrentan, solo a través de la negociación, es posible la paz.

La séptima regla indica que: “LOS CAMBIOS PONEN A PRUEBA LA RELACION”.
La vida es cambio... la relación vive permanentemente en un continuo cambio. Entender esto, podrá ahorrar muchos dolores de cabeza. Flexibilidad, paciencia y tolerancia son los tres caminos que permiten que los cambios que se originan en la relación o en la vida de alguno de quienes componen la pareja, puedan acomodarse a aquellas cosas que vienen sin haberlas programado.

La octava regla comenta que: “SE DEBE CUIDAR LA RELACION SI SE DESEA QUE PROSPERE”.
Si ud. tiene una planta en su casa a la que adora y descuida su riego, la planta - por mas que la quiera y mas orgullosa que Ud. este - se seca. La relación es así. Si la trata con cuidado, crecerá fuerte y saludable. Si la descuida y confía en que la suerte, la costumbre o la comodidad se instale... se marchitará. Así de simple.

La novela regla declara: RENOVARSE O MORIR
Creo que no necesita ninguna explicación. Nada es para siempre, nada es permanente, nada vive eternamente. Ni la vida,... ni las relaciones. Renovar los sentimientos, mantener la frescura con cambios que salgan de la rutina, hacer algo inusual y disfrutarlo es ponerle sal y pimienta a la relación. Es impedir que la pareja caiga en la monotonía, lo rutinario y el aburrimiento. Hacer todo los días lo mismo. Decirse todos los días lo mismo. Comer todos los días lo mismo. Hablar de lo mismo todos los días... a la larga o a la corta, desgasta. Debe tener la capacidad de asombrar a su pareja, con una invitación, una salida, una propuesta ... en fin, cosas que modifiquen la costumbre de todos los días. No estoy diciendo cosas importantes o posibles solo para algunos pocos, una caminata por la rambla, ir al parque Rodó, salir al teatro, un baile incluso, hacer cosas distintas cada tanto, alimenta a la pareja.

Finalizo este comentario semanal, con la ultima regla y que me parece fundamental:

“CUANDO ENCUENTRE AL AMOR, VIVALO INTENSAMENTE Y VERA COMO SE OLVIDARÁ DE ESAS NUEVE REGLAS…”
O sea, déjese llevar por los afectos. Buena semana…

Walter Accuosto.

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