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jueves, 28 de agosto de 2008

NUESTRO SANTUARIO

NUESTRO CUERPO ES EL TEMPLO EN EL CUAL VIVIMOS

Suponga por un momento, que Ud. quiere comprar una casa donde vivir.

Si ud. desea estar seguro que se encontrara bien dentro de esa vivienda, probablemente le interesará saber algunas cosas sobre ella.

En primer lugar, controlará el sistema de cañerías del agua. Mirará con atención el techo y las paredes en busca de alguna mancha de humedad escondida o disimulada. Habrá que tener el cuenta el cableado eléctrico.

Si hasta aquí se siente conforme, pasara por alto algunos detalles no menos importantes, como el estado de pintura, el aspecto interior o el caudal de luz que entra...

Si esa revisacion lo ha dejado satisfecho y el precio le parece conveniente, es muy posible que decida comprarla.

Pero si en esa recorrida, encontró algún defecto que le hizo dudar, lo mas seguro es que la deje de lado, la desestime y emprenda su búsqueda hacia una casa en mejores condiciones.

Si nuestro cuerpo, es la casa que vivimos todos los días - del primero al ultimo - parece increíble que no le dediquemos el mismo cuidado que dedicamos a aquella otra casa, que solo nos protege exteriormente.

Por lo general, dejamos que las cosas que no están bien en nuestro organismo - variaciones de presión, depresiones, dolores, estados de angustia, miedos, problemas gástricos, molestias odontológicas, anuncios que nuestro circulatorio no esta funcionando muy bien... avancen sin darle muchas veces la mínima atención y exigiéndole a nuestro cuerpo al máximo.

Por eso hoy le proponga que vuelva a su casa y para eso no encontré mejor titulo de un antiguo pensamiento Hindú que dice: Nuestro cuerpo es el templo en el cual vivimos.

Entonces cuídelo, mímelo, atiéndalo.

Los tiempos en que vivimos nos hace vivir casi al limite de nuestra resistencia.

Se trabaja mucho, se duerme mal, la alimentación deja mucho que desear, en calidad y en tranquilidad que ella exige, algunos fuman, otros beben , hay quienes se drogan y por si eso fuera poco, nos amargamos mas de lo que deberíamos generando altos estados de estrés, que es una puerta abierta a problemas mas serios.

¿ No coincide conmigo, que su casa, - su templo - necesita mas cuidado que el que le da? ...

De Ud. depende. COMO TODO

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