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domingo, 15 de diciembre de 2013

EL MAESTRO, UN ROBO Y LA VERDADERA FORTUNA.

El maestro al ver a un hombre con signos de gran desconsuelo sentado al costado del camino le pregunto que le preocupaba.

No hay nada de interés en mi vida le respondió. Tengo el amor de mi familia, salud y suficiente fortuna para llegar a mis últimos días sin problemas y sin embargo no soy feliz.

Sin hablar, el maestro tomo el bolso del viajero, y salio corriendo por el camino como una liebre, - a pesar de sus avanzados años -.


El conocimiento que tenia del lugar le permitió tomar un atajo y volver al camino un kilómetro después, sabiendo que por ese mismo lugar, habría de pasar el hombre al cual le había robado.


Entonces, puso el bolso al costado del camino, y se escondió entre los árboles esperando que el hombre pasara por allí.


Y lo vio venir. Mas desconsolado que cuando lo conoció unos minutos antes. Su cara, (generada por la perdida que recién había tenido) era de angustia, de extrema tristeza, de abatimiento...
Pero cuando vio su bolso al costado del camino, se le ilumino.
Corrió hacia el gritando de alegría y agradeciendo a Ala, el haberse podido reencontrar con sus cosas mas queridas.

El maestro demostró con su sabiduría, otra manera de producir felicidad.
...  
Ahora bien amigos... Alguien de Uds me podría decir... ¿Porque esperar a perder lo que uno tiene, para darse cuenta lo importante que era?
Estamos llegando a fin de año, buen momento para reencontrarnos con nuestros afectos mas queridos...
BENDICIONES...

Walter Accuosto

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