SAN BENITO – SANTO PROTECTOR DEL AÑO 2012

           

            Todos los años existe un santo protector del año y este 2012 esta regido por San Benito.

            San Benito nació en el año 480 en Italia, en la ciudad de Nursia y murió  a los 67 años en Montecasino.

De una gran capacidad intuitiva, curativa y religiosa, fue el iniciador de una orden que en su principio fue oculta, porque trataba temas espirituales no muy aceptados por la iglesia (como ser que las personas debían de estar protegidas por algo mas que la fe) y fundó una orden, que hoy se la conoce como la de los BENEDICTINOS.

Según la fe cristiana, San Benito – quien es considerado el patrón de Europa -  es el protector de los escolares. En la Italia de hoy la gran mayoría de los niños que asisten a clase, tienen en sus ropas cosidas la medalla de san Benito.

Protege a los moribundos, las personas con enfermedades crónicas, a de quienes sufren molestias relacionadas con los riñones y enfermedades inflamatorias, reumáticas y artríticas.

También ampara  y guía a las personas que dedican su vida al mundo religioso y espiritual.

Pero si algo realmente lo representa, es una medalla… la medalla de San Benito (que es la que ilustra el comienzo de este comentario) que es un  sacramental, que viene a ser algo así como un instrumento energético reconocido por la Iglesia como poseedor de un gran poder de EXORCISMO.

La fecha exacta en que se comenzó a utilizar la Medalla de San Benito como protección energética personal es un misterio, pero la historia cuenta que en el año 1647, unas mujeres que fueron juzgadas por hechicería, en el proceso declararon que no habían podido dañar el monasterio de los benedictinos, porque se encontraba protegido por el signo de la Santa Cruz. 

Se buscó en el monasterio de Metten (Baviera, Alemania) y se encontraron pintadas antiguas representaciones de esta cruz.

Mi consultorio esta  prácticamente detrás de la iglesia del Cordón y es ahí, donde yo compre la que tengo.

En una de sus caras esta la imagen de San Benito sosteniendo en la mano derecha  una cruz y en la izquierda el libro de las reglas, con una frase rodeando la figura del santo en latín que dice: “a la hora de nuestra muerte, seremos  protegidos por su presencia”, esta frase, estas palabra en latín son conocidas como la oración de la buena muerte… ya que el es (San Benito) quien ayuda a quienes deban dejar esta vida a pasar placida y calmadamente a la otra.

En su reverso… (que es la imagen que acompaña este Post) hay una cantidad de símbolos y letras que tienen un efecto protector de quienes lo usan.

Son iniciales de palabras y frases en latín.

Les comento algunas de estas frases que, repito están en latín, pero unidas con símbolos que se supone adquieren un poder especial.

Dice así: "La santa Cruz sea mi luz" "que el Dragón no sea mi Señor "¡Retrocede Satanás!" “no podrás atraerme con tus mentiras”. “El veneno es tu carnada…. Trágatelo tu mismo”. Y finaliza con BENDITO SEA DIOS. ESTOY PROTEGIDO CONTRA TODO MAL. AMEN.

El Papa Benedicto XIV, la aprobó en 1742, otorgándole poder contra el demonio y protección espiritual y la fórmula de su bendición se incorporó al Ritual Romano.

O sea, es una medalla de protección energética ACEPTADA por la Iglesia como tal.

En la actualidad, muchas personas la usan, ya sea colgada alrededor del cuello (una de las que siempre la tiene en su cuello es Susana Gimenez), pero también se usa  incorporada en el rosario, en escritorios y lugares de trabajo, en el dormitorio para asegurar un buen descanso además de protección en esas horas en las que el sueño hace que las energías bajen, en vehículos, detrás de la puerta de la casa e incluso, hay quienes (sobre todo en Italia y España) la colocan en el momento en que se hacen los cimientos de una construcción.

La fuerte creencia que esos símbolos y escrituras en latín, son capaces de proteger de energía a quien lo usa o la casa, persiste aun después de muchos siglos.

Todo este largo comentario fue en función de que este año, el 2012 es el año de San Benito.

Abrazo a todos y hasta nuestro próximo encuentro.

Walter Accuosto