Había una vez un rey muy triste que tenia un sirviente que era muy feliz.
Un día el rey le pregunto, cual era el secreto de su felicidad, a lo que el sirviente respondió que no tenía ningún secreto.
Simplemente que no tenia razones para estar triste.
El rey se puso como loco.
¡Como
podía ser feliz su sirviente, viviendo como vivía, usando ropa vieja,
viviendo en una casa humilde y alimentándose de las sobras de los
cortesanos!!!
Entonces consultó al sabio de la corte y le pregunto porque su sirviente era feliz?
A lo que el sabio respondió: El es feliz porque esta fuera del círculo.
No se de que circulo me hablas, dijo el Rey... pero ¿Es eso es lo que lo hace feliz?
No majestad: eso es lo que no lo hace infeliz.
A ver si entiendo dijo el rey. Estar en el circulo te hace infeliz... ... ¿y como salio?
Nunca entro respondió el sabio.
La única manera que pudieras entender es
mostrártelo en los hechos haciendo entrar a tu sirviente en el círculo a
lo que el rey grito: ¡Obliguémoslo a entrar!!!
El sabio
respondió que no era tan fácil, porque no se puede obligar a nadie
entrar al círculo... Habrá que engañarlo y pensó en un plan.
Le pidió al rey un saco de cuero con 99 monedas de oro dentro. Ni una mas, ni una menos.
En
la noche, dejaron en la puerta de la casa del sirviente la bolsa con
las 99 monedas de oro y una nota que decía que ese tesoro era suyo.
El rey y el sabio se quedaron escondidos esperando ver la reacción cuando la encontrara.
Y la vieron:
Al salir en la mañana, el sirviente vio la bolsa en su puerta, leyó la nota, miro y vio las monedas de oro.
Después de mirar a todos lados, volvió a entrar---
Entonces, se asomaron a la ventana y lo
vieron: El hombre había tirado las monedas sobre la mesa. Sus ojos no
podían creer lo que veían... ¡Era una montaña de monedas de oro!
Él, en toda una vida de trabajo nunca, NUNCA podría haber juntado el valor de una moneda de oro, y ahora todas eran suyas.
Las
amontonaba, las acariciaba, las juntaba y desparramaba, después hacía y
deshacía pilas de monedas y Así, jugando y jugando, comenzó a hacer
pilas de 10 monedas.
Una pila de diez, dos pilas de diez, tres
pilas, cuatro, cinco, seis.... y mientras, sumaba: 20, 40, 50, 80,
90.... Hasta que formó la última pila:
¿¿¿¡¡¡99 monedas...!!!???
Su mirada recorrió primero la mesa, buscando una moneda más.
Luego el piso y finalmente la bolsa.
"No puede ser", pensó.
Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más baja.
Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa...
Vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba.
"99 monedas. Es mucho dinero", pensó. Pero me falta una moneda...
Noventa y nueve no es un número completo -pensaba- Cien es un número
completo, es como cerrar un circulo...pero noventa y nueve, no...
Y
a partir de ese momento, el sirviente que antes de esas monedas eran
inmensamente feliz y siendo ahora también inmensamente rico... llegó a
sus últimos días como el mas pobre de los pobres, amargado, sin la
felicidad que antes tenia, porque todas sus ahorros, energías y
pensamientos estaban enfocados en esa moneda que faltaba sin darse
cuenta de las 99 que ya tenia.
Que no le pase a Ud. esto que le
ocurrió al sirviente feliz del cuento --- que nunca más lo fue -, porque
enfoco su atención en lo que le faltaba sin darse cuenta en todo lo que
tenia.
En toda vida hay cosas que están mal.
Hay - Del mismo modo- cosas que están bien.
¿No se anima en este fin de semana hacer un balance y agradecer todo lo bueno que ha llegado a su vida???
Ya
se... Esta pensando que eso no le basta, que no esta dispuesto a
quedarse con los brazos cruzados, que uno siempre debe aspirar a
mejorar, a mas... que lo que intento decirle es que se conforme con lo
logrado...
Si me escucha desde hace tiempo en la radio, lee
habitualmente este blog, recibe mis boletines semanales o me ha
visitado, sabe que lo que menos soy es conformista y que siempre apunto a
mejorar cada situación que se me presenta, porque pienso que TODO ES
MEJORABLE...
A veces hace falta un punto de vista
distinto, un consejo, un apoyo energético... pero todo lo que nos ocurre
- créanme - es mejorable.
Lo que hoy, lo que en este comentario
semanal intento trasmitirle es que sin dejar de trabajar por sus metas,
tenga la capacidad de darse cuenta que hay cosas que tiene, que si
mañana las pierde, las extrañara, se lamentara, llorara y si pasado las
vuelve a encontrar, agradecerá, festejara y dará gracias a Dios por
haber encontrado eso que perdió, que hace dos días no se daba cuenta que
era tan importante para Ud.
Y me refiero a proyectos personales, libros, trabajo, un techo, una comida calentita o personas que quiere.
Uniendo
el mensaje de esta historia y como comentario final para mejorar un
poquito su calidad de vida emocional le dejo un consejo:
Mientras trabaja para lograr sus sueños,
debe TAMBIEN tener la capacidad de ser feliz con lo que la vida le
ofrezca, SEA LO QUE SEA... y aceptar, y darse cuenta... que eso que hoy
tiene lo puede perder// y disfrutarlo y agradecerlo al máximo y no
ignorarlo por enfocar sus pensamientos y energías en lo que debería
tener, dejando de lado lo que ya tiene.
Amigos, les comento que los turnos para
el mes de JULIO ya están completos. Para agendarse para el mes de
AGOSTO, deberán llamar al teléfono de mi consultorio que es el
2-409-39-53 a partir del lunes 21.
Mi consultorio esta en pleno Centro/Cordón: COLONIA Y TACUAREMBO y atiendo de Lunes a Viernes.