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lunes, 27 de julio de 2009

AGRADECIMIENTO...





La Doberman está embarazada.
El bombero acaba de salvarla de un incendio en su casa, la salvó
sacándola de la casa al jardín, y luego continuó en la lucha contra el fuego.

Cuando finalmente se apagó el fuego, se sentó para tomar aliento y descansar.

Un fotógrafo del periódico Noticias de Carolina del Norte, notó que la perra en la distancia miraba al bombero.

Vio a la Doberman caminar directo hacia el bombero y se preguntó qué iba a hacer.

Así que levantó su cámara, el animal llegó hasta el hombre cansado que acababa de salvar su vida y la vida de sus bebés.

El fotógrafo captó el momento justo del momento en que el perro beso al bombero.

martes, 14 de julio de 2009

NO TENGAS MIEDO, SIMPLEMENTE PREVENITE!!!




PARA VER EN DETALLE, HACE CHIC EN LA IMAGEN

lunes, 13 de julio de 2009

sábado, 11 de julio de 2009

52 MANERAS DE MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA

1 Haz un calendario personal. Señala en él cada una de las fechas que son importantes porque te conectan a emociones y sentimientos positivos.

2 Haz una oración para pedir felicidad. Orar funciona. Vale la pena hacerlo para agradecer por lo bueno que llega a nuestra vida y también para pedir regalos y bendiciones.

3Las dificultades son temporales. Generalmente somos nosotros los que les damos fuerza y poder a los momentos difíciles con nuestros miedos y pensamientos.

4 Usa aromas agradables. Oler puede mejorar tu estado emocional. Enciende una velita o una varita de incienso antes de ir a la cama, dormirás más profundo y relajado.

5 Envía un mensaje de apoyo y cariño. Haz una nota con frases como: ¡Eres especial!, ¡Te quiero mucho!, y colócala en un lugar donde tus seres queridos puedan encontrarla.

6 Llénate de cariño. Sólo por un día evita juzgar y criticar a tus seres queridos. Piensa en ellos con amor, y practica aceptarlos como son.

7 Crea un ritual para levantarte. Puedes escuchar tu música preferida, meterte en la cama unos minutos más con tus hijos, preparar un desayuno especial.

8 Mantén la esperanza. Cierra los ojos y recuerda alguna situación que te inquiete, respira e imagina que vienen ángeles en tu ayuda, que todo se resuelve de la mejor manera.

9 Mira el cielo. Detente por unos minutos para observar y disfrutar del cielo, mira como se mueven las nubes, las formas que crean, reconoce los colores, siente la paz.

10 Aprende de tus errores. Reconoce tus errores, acéptalos y en lugar de castigarte, pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? y ¿qué puedo hacer para corregirlos?

11 Asume un reto. Si de vez en cuando te sientes desmotivado, plantéate un reto, vence alguna limitación o aprende algo nuevo. ¡Siempre podemos volver a comenzar!

12 Respira desde tu abdomen. Imagina que tu abdomen se llena de aire y luego bótalo suavemente. Esto te ayudará a bajar la tensión y el estrés.

13 Reconoce la puerta que está abierta. En lugar de quedarte parado y sufriendo frente a la puerta que se cerró en tu vida, busca la otra que seguro ya está abierta y comienza de nuevo.

14 Consiéntete un poco. Generalmente vivimos para complacer a otros. De vez en cuando date un gusto sin sentirte culpable, ¡eres especial y te lo mereces!.

15 Haz una caja de recuerdos. En una caja mete objetos que te recuerden los gratos momentos. Abrela con frecuencia y conéctate a ellos.

16 Administra las noticias negativas. Es bueno mantenerse informado, pero escuchar sólo noticias negativas puede elevar el nivel de ansiedad y estrés.

17 Guarda una foto inspiradora. Elige la foto de un paisaje, una mascota o un ser querido que con sólo mirarla te haga sentir alegría y amor.

18 Suelta la tensión de tus hombros. Toma aire mientras subes los hombros, déjalos ahí por unos segundos, luego exhala y bájalos lentamente. Hazlo varias veces.

19 Haz un cumplido. Tómate un par de minutos para hacerle un cumplido a otra persona.

20 Practica el perdón. Llena tu corazón de amor y envíale un pensamiento de perdón a esa persona que te hirió. Sana el resentimiento y libérate de ese recuerdo.

21 Toma un poco de sol. Tomar unos minutos de sol temprano en la mañana te ayudará a sentirte bien y a dormir mejor.

22 Aprecia el momento de llegar a casa. Detente unos minutos antes de abrir la puerta para sentir que llegaste a tu hogar a salvo. Deja afuera todas las preocupaciones.

23 Realiza un acto bondadoso. Hacer acciones solidarias, positivas y amorosas nos ayuda a sentirnos mejor.

24 Baja el estrés. Haz una lista con todo lo que tienes pendiente y ocúpate de las cosas más sencillas.

25 Sonríe. Asume el compromiso de sonreírle a todas las personas con las que te encuentres. Obtendrás una sonrisa de vuelta.

26 Camina una hora al día. Prueba caminar al aire libre para oxigenarte y relajar la tensión.

27 Reúnete con tus amigos. Llámalos e invítalos a compartir un buen rato.

28 Canta en la ducha . Atrévete a cantar a pesar de tu temor a hacer el ridículo. Te sentirás muy bien.

29 Camina descalzo en la tierra o en las maravillosas playas que tenemos en el Uruguay. Hazlo imaginando que todas tus preocupaciones las absorbe la tierra y la arena.

30 Revive momentos felices. Ve al rescate de los momentos gratos de tu vida, recuérdalos con detalle, y llénate de los sentimientos positivos que te produjeron.

31 Juega con tus hijos. Comparte con ellos un buen partido de su deporte favorito, un juego de mesa o una buena película. Acércate a ellos y hazlos sentir queridos.

32 Abrete a recibir. A veces podemos estar ciegos a los regalos. Acepta y valora todo lo que recibes.

33 Bebe agua al levantarte. El corazón, la sangre y los riñones forman una unidad que se limpia y purifica a sí misma, sin embargo su eficiencia depende del volumen de agua que circule por ella.

34 Mantente enamorado. Ocúpate de mantener la llama del amor viva con frases amorosas, respeto, caricias y una buena comunicación.

35 Practica técnicas de crecimiento interior. El yoga, la meditación o la visualización te ayudan a afrontar serenamente los conflictos y a mantener tu balance emocional.

36 Escucha con atención. Atender a los demás enriquece tu vida y fortalece tus relaciones personales.

37 Practica la gratitud. No hay mayor fuente de plenitud que el agradecimiento.
38 Simplifica tu vida. Este puede ser el momento ideal para reducir tu lista de necesidades, tal vez tienes mucho más de lo que puedes usar y disfrutar.

39 Combate la soledad. ¿Estás solo? Deja de esperar y toma la iniciativa de buscar un poco de compañía.
40 No lo tomes a modo personal. Extiende tu comprensión hacia las actitudes y el comportamiento de los demás, piensa que están muy ocupados o que no se dieron cuenta.

41 Planta una flor. Elige un lugar de tu casa donde sembrar una planta. También puedes hacerlo en un lugar público, y compartir esos sentimientos con los demás.

42 Reconcíliate con tu familia. Vale la pena acercarte a ellos para compartir e intercambiar de vez en cuando cariño y compañía.

43 Reparte abrazos. Tus abrazos pueden acompañar, apoyar, sanar y transmitir cariño y amor, abraza con todo el cuerpo, como cuando eras niño.

44 Desarrolla tu sentido del humor. Reír es terapéutico, y hacerlo a carcajadas es mucho mejor.

45 Deja la violencia. No te dejes llevar por la ira, cada vez que la sientas venir, respira profundo. Es preferible caminar un rato, antes de reaccionar agresivamente.

46 Practica la tolerancia. Aprende a reconocer las semejanzas primero que las diferencias para encontrar los elementos en común que nos permitan conversar y llegar a acuerdos.

47 Sé auténtico. No uses máscaras para complacer a los demás, atrévete a ser tú mismo.

48 Deja salir tu niño interior. Date permiso para ser espontáneo, para sorprenderte por los milagros, para jugar y disfrutar más la vida.

49 Mantén una actitud positiva. Decide buscar y resaltar los aspectos positivos de cada situación. Deja de quejarte y de lamentarte.

50 Presta servicio. Infórmate sobre las iniciativas que existen para prestar servicios comunitarios y colabora con alguno de ellos.

51Establece contacto con la Divinidad. Acércate a Dios también para dar gracias por todos sus regalos y bendiciones. Confía en que su presencia te acompaña, guía y apoya en todo momento.

52 Suelta el pasado. Deja de preocuparte por el futuro, vive el presente.

EL HIPOPOTAMO Y LA TORTUGA





(Nairobi -AFP) - Un bebé Hipopótamo sobrevivió al tsunami que se produjo en la costa de Kenyan y ha formado un enlace fuerte con una tortuga centenaria gigante, con facilidad, en la ciudad portuaria de Mombassa.

El Hipopótamo apodado Owen, pesa cerca de 300 kilogramos (650 libras), fue barrido por el río Sabaki hacia el Océano Índico, después forzado de nuevo a la orilla cuando las ondas del tsunami llegaron a la costa de Kenyan el 26 de diciembre, antes de ser rescatado por los guardabosques.

El hipopótamo ha adoptado a una tortuga de alrededor de cien años, y ella parece muy feliz con ser una 'madre ', dijo el ecologista Paul Kahumbu, que está a cargo del parque de Lafarge, a AFP. ", después de que fue barrido y perdió a su madre, el hipopótamo se traumatizó.

Tuvo que buscar una mamá sustituta. Afortunadamente, aterrizó en la tortuga y estableció un enlace fuerte. Nadan, comen y duermen juntos, el ecologista agregó: "el hipopótamo sigue a la tortuga exactamente de la manera que seguiría a su madre.

Si alguien se acerca a la tortuga, el hipopótamo llega a ser agresivo, como si la protegiera. Biológicamente, el hipopótamo es un bebé, son animales sociales como para permanecer con sus mamás por cuatro años!!!".

La vida no es medida por el número de respiraciones que tomamos, sino por los momentos que nos dejan sin respiración.

Esta es una historia verdadera que demuestra que no importan nuestras diferencias. Podríamos todos aprender una lección de estas criaturas y encontrar una manera de caminar la trayectoria juntos.

¿ANIMALES???



Esta historia es verídica y ocurrió los primeros días de este año en la localidad de Wigan, Great Manchester, Inglaterra.

En el hogar del matrimonio de Mavis y Robert Bell, vivían en plena armonía un perro y un gato. El perro se llama Oscar, tiene 18 meses y es un Lancashire Heeler.

El gato se llamaba Arthur, era blanco, grandote y tenía 17 años.
Ambos eran inseparables. Dormían juntos en un cesto. Jamás peleaban. Y el gato hasta le ayudaba al perro a subirse al sofá para hacer sus siestas, puesto que la raza del perro es bastante pequeña.

El gato un día se murió.

Y el matrimonio Bell lo enterró. Oscar por supuesto, acudió al entierro. Y todos se fueron a dormir.

Durante la noche, Oscar se escabulló hacia el jardín. Buscó el lugar donde estaba enterrado Arthur. Comenzó a escarbar hasta encontrar el cuerpo de su amigo.

Sacó al gato fuera del hoyo.

Tomando en consideración la diferencia de tamaño entre el gato y el perro, es de suponer el esfuerzo físico descomunal que esto le supuso a Oscar. Lo arrastró luego hasta la casa.

Lo puso en el cesto donde ambos dormían.

Luego, como el gato estaba lleno de tierra y despeinado de toda la maniobra, Oscar se dedicó buena parte de la noche a limpiarlo a lengüetazos.

A la mañana siguiente, cuando el matrimonio Bell se levantó, cuál fue la conmovedora sorpresa al encontrar a Oscar bien dormidito junto a su queridísimo amigo Arthur.

Lo que más admiraban los Bell era que el gato estuviera tan pero tan limpio.

Así es que volvieron a enterrar a Arthur en un lugar más “seguro” y le llevaron a Oscar un nuevo gatito al que llaman Limpet. Y Oscar lo cuida y lo sobreprotege, aunque suponemos que el amor por su amigo Arthur pervive en su corazoncito canino.

Cada vez que sé de una historia así, daría mi reino por saber lo que pensaba el perro y qué lo hizo decidir hacer todo lo que hizo.

Esto para todos aquellos descreídos que insisten en que los animales no tienen sentimientos

EL CIRCULO

Un Rey triste tenía un sirviente de actitud entusiasta que siempre estaba pleno y feliz.

—Paje, ¿cuál es tu secreto para estar siempre alegre?

—Majestad, no tengo ninguna razón para estar triste, su alteza me honra, permitiéndome atenderlo. Tengo esposa e hijos que me aman y me esperan en las noches, ¿qué más puedo necesitar?

El Rey reunió a sus viejos sabios y les preguntó: ¿Por qué mi sirviente es más feliz que yo?

El más viejo le respondió:

—Es que su sirviente no pertenece al circulo de los 99.

—¿Círculo de los 99, qué es eso?

—Mi señor, la única manera de que entienda es explicárselo con hechos. Lo haremos entrar al círculo. Prepare una bolsa con 99 monedas de oro.

En la noche el Rey y el sabio colocaron en la casa del sirviente la bolsa y una nota que decía: “Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre, disfrútalo.

El paje leyó la nota, agito la bolsa y la apretó contra su pecho mirando sigiloso a todos lados, pero como no podía dormir se puso a contar sus monedas y comenzó a hacer pequeñas pilas de diez monedas, cuando hacía la décima pila se estremeció: ¡Nueve monedas! Faltaba una, buscó por todos lados, se desesperó: ¡Me robaron!, alguien me robó, me falta una moneda. Malditos.


El Rey y el asesor miraban por la ventana sin perder detalle. La cara del paje ya no era la misma, estaba desencajado y de mal humor. ¿Cuánto tiempo tendré que ahorrar para comprar la moneda que falta? ¿Trabajaría horas extra?, le diré a mi mujer que trabaje también, y si los chicos ayudaran..., también puedo trabajar los fines de semana hasta tener mis cien monedas completas. Ya el paje había entrado al círculo de los 99 y había dejado de ser feliz.

COINCIDENCIA???

Le sucedió a un actor joven, pero ya no tanto.
Su nombre? Anthony Hopkins.
Acababa de ser contratado para filmar "La mujer de Petrovka".
Además del guión, quería era leer la novela original de George Feifer.
Fue estéril buscarla en las librerías: estaba agotada.
Desalentado, se acomodó en un asiento del andén del metro a esperar el tren, y en el hueco del respaldo vio un libro. Sí: un viejo ejemplar de aquella novela, lleno de anotaciones en los márgenes! Mera coincidencia?
Parece imposible.
Pero algo más sucedió que tiraría por tierra el concepto de "casualidad": dos años más tarde, ya en el rodaje del film, Hopkins conoció a Feifer, el autor.
En una pausa en la filmacion, Feifer se lamentó de haber perdido el último ejemplar de su novela, en donde había hecho numerosas anotaciones para cuando la película se rodara.
Hopkins palideció: sí... era el de la estación del metro!